Tito Monzón, uno de los más interesantes y dotados artistas de su generación, cajabambino de nacimiento (1960), formado en la Escuela de Bellas Artes de Trujillo de donde egresó con el primer puesto y Medalla de Oro, presentará su exposición individual en la Galería Forum el 7 de octubre.

Monzón es sin lugar a duda uno de las figuras mas talentosas de la pintura peruana,, como tal ha participado en múltiples e importantes exposiciones en el Perú y el extranjero, participando también en Ferias como Arte Ba en  Bs.As., Art Miami, Kiaf en Corea, Pinta en N.Y. Ha sido dos veces representante del Perú en la Bienal de Cuenca y ganador en una de ellas.

Las presentaciones de Monzón siempre han permitido encontrar en él a un artista investigador y riguroso, el suyo es un caso especial y llamativo en el arte local, practica una suerte de reclusión autoimpuesta limitando sus presentaciones públicas a espaciadas exposiciones o presentaciones en eventos nacionales e internacionales a los que es invitado o seleccionado.

Dueño de un dibujo magnífico; su propuesta se ha caracterizado por la indagación de nuevos materiales y soportes, cómo  la fibra de vidrio ó  la gasa con la que trabaja actualmente, colocándola encima de la pintura sobre el lienzo, logrando  finas veladuras,  planos diferenciados y multiplicidad de superficies paralelas, recorriendo caminos algo alejados de la tradición pictórica.

Fue Ganador del último  Premio Johnnie Walker que se realizó en el Perú y fue por unanimidad, Elida Román, miembro del jurado, expresó: “Fue unánime y, no hubo batalla. El trabajo de Monzón es un discurso de la pintura sobre la misma pintura, y el poder de la imagen. La técnica que ha utilizado es bastante riesgosa en cuanto a la realización sin embargo, el efecto que logró es impactante. La imagen es clara y misteriosa a la vez,  los puntos de luz son una especie de homenaje romántico……”

Las obras de Monzón poseen un dramatismo que se expresa a través de la frialdad de una gama básicamente pálida y de una composición parca. La protagonista de esta serie es una figura adolescente, delgada y pálida, de edad y figura ambiguas, recreadas al modo de los italianos antiguos.

Lo interesante de estos solitarios dramas y situaciones de contraste, es que  utiliza recursos estrictamente pictóricos, como la oposición del blanco de los personajes con grandes áreas negras construidas también con elementos que  proceden de distintos momentos de la historia de la pintura, incluyendo la tradición local.

Es una exposición contundente que merece y debe ser visitada.