PIEDRAS SUELTAS

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31 de agosto 2011

Silvia Westphalen, quien es una de las escultoras mas talentosas y destacadas del medio, inaugura su exposición individual en la Galería Forum el 31 de  Agosto.

Tanto el inicio de su actividad artística como su formación, la comienza en Europa, su período formativo fue centralmente en  Portugal con el destacado escultor Joao Cutineiro. Después de  un importante recorrido con exposiciones en  Europa, Estados Unidos y Méjico, regresa al Perú en  donde actualmente reside y trabaja.

Para Silvia, artista de exquisita sensibilidad,  la piedra es  el material con el que se siente más afín y el que usa  y modela con gran habilidad y maestría, es el material que le plantea los retos e interrogantes acordes a su sensibilidad y su necesidad creativa. “El mármol o el alabastro son un material variado y muy rico- comenta la artista- cada piedra tiene una forma distinta de  romperse, una historia y una sensualidad fascinantes. Ellas nos dan libertad para trabajar. La naturaleza ya las hizo bellas con esas coloridas manchas que luego las incorporo a mi composición.”

*Las esculturas de Westphalen parecen haber sido talladas por la fuerza del viento, del agua o de la erosión. Se trata de un trabajo muy atento, sutil y orgánico, en el sentido que no busca irrumpir en la forma natural de la piedra para imponer algo ajeno a su esencia, sino por el contrario, intenta escuchar su forma original para liberarla.

Su trabajo opera como una suerte de alquimia cuyo proceso va en busca  de un elemento más sutil. A partir de grietas y cortes va penetrando en la textura de la piedra generando paisajes  de ritmos casi musicales que la transforman en materia delicada y diáfana.

La muestra Piedras sueltas consta de ocho esculturas de mármol travertino de generosos tamaños y distintas tonalidades, una escultura de mármol negro titulada “fuego” y de cinco piezas de alabastro o piedra de Huamanga. En este conjunto de piedras sueltas se  percibe una presencia ancestral, una fuerza primordial que nos regresa a  orígenes prehispánicos y telúricos, pero a la vez a orígenes amorfos vinculados a los elementos.  También se percibe una influencia acuática, terráquea, de viento, y si escuchamos mejor, la presencia de una vibración aún más sutil.

Un par de “lanzones”, tal vez masculino y femenino, atraen nuestra mirada. A la usanza del Lanzón de  Chavín de Huántar, impactan por su verticalidad: por un lado apuntan hacia el cielo, por el otro, su petricidad los asienta en la tierra. El cuidadoso trabajo de Silvia Westphalen acentuando los surcos rítmicos encontrados a partir de la costra de la piedra, modifica la solidez de ambos lanzones: los volatiza y  les aporta una contemporaneidad ancestral. *

El trabajo de Silvia Westphalen está basado en el conocimiento de la piedra. Ella aborda sus esculturas buscando lo que cada piedra tiene escondido en ella, del mismo modo que el los elementos naturales modelan la geografía, Wesphalen nos descubre …