Un proceso es un tiempo, un recorrido, un período, el cual tiene diversas causas y efectos. Un proceso tiene tiempos, avanza, retrocede, se detiene, reposa. Un proceso tiene pérdidas y recompensas; espacios de vacío, de cuestionamientos y preguntas. Momentos estancados y sin solución, así como también momentos de evolución.

Es saber hacer una pausa para mirar nuevamente, de una forma diferente, para tomar un respiro y poder replantear. Las pausas son parte de los procesos, de la vida en sí, hay que escucharlas y sentirlas para poder entenderlas. No es parar del todo. Es un espacio intermedio por el cual las cosas adquieren su propia velocidad.

Rizoma es una exposición sobre estos procesos y obras, que unidas pueden salir a la luz y ser expuestas, quizás para seguir el mismo proceso, para cerrarlo o para que siga abierto. Dependerá de la evolución de la misma obra y del vínculo que establezca con el espectador.

Es un intento de descifrar cómo se relaciona la vida diaria con aspectos de nuestro propio cuerpo y cómo nos afecta. Como algo roto, dañado, olvidado o dejado a su suerte puede volverse evidente y cobrar una importancia mayor al mostrarnos como somos y el reconocerlo nos permite avanzar.

“El rizoma está relacionado con un mapa que debe ser producido, construido, siempre desmontable, conectable, alterable, modificable, con múltiples entradas y salidas, con sus líneas de fuga (…) con todo tipo de “devenires” “ *

Karen y Cynthia comparten muchos conceptos y formas de trabajar en el arte, tejen diferentes materiales, ambas respetan sus propios tiempos y procesos al trabajar. Estas obras que aquí exponen, (siempre en proceso) a veces guardadas por años y retomadas para esta muestra, fueron hechas para canalizar experiencias personales, con un principio pero sin un fin. Ahora que están juntas en el espacio, estas obras conversan, adquieren un nuevo sentido y tejen nuevos significados.