Sym, “”juntos””, Ballein, “”echar””. Echar juntos, reunir, comparar, contribuir. Palabra griega que da origen a “”símbolo”” y que se regiere al abjeto partido en dos o mas partes y que formaban una sola pieza. Se juntaban al encontrarse las familias o amigos y se conservaban como indentificación o testimonio del encuentro entre ellos. A este significado original y al carácter múltiple y pluridimensional de todo símbolo aluden las piezas tridimensionales que forman parte de esta instalación, cubos de diferentes tamañosm representadndo a aquel objeto partido, desdoblado, que se vuelve un rompecabezas, con muchas caras que sólo moviendo, girando y volviendo a girar forman un todo. Es la búsqueda constante de la otra parte faltante, de aquellos fragmentos que alguna vez estuvieron unidos. Otra de la cualidades importantes de todo símbolo es su bipolaridad y por ello decidieron emplear como soporte dos materailes opuestos y al mismo tiempo complementarios, tela de algodón y plata por Margarita Hishikawa y, aluminio, sobre el cual se han hecho incisiones en algunos casos y veladuras al óleo en otros por Pilar Aguirre. La utilización de las telas de algodón y el hilo blanco en la costura nos evoca aquello que nos es faniliar y cotidiano. El bordado representa en cada puntada el paso del tiempo, en donde se cuenta una historia personal de experiencias vividas. El plateado, por otro lado (hilos de plata y aluminio) corresponde simbólicamente al color de la luna y, como correspondencia, a la condición femenina. También alude al mundo inmaterial. Los espirales, las semillas, los laberintos, son elementos que nos conectan al origen de las cosas y al paso del tiempo, a la búsqueda del punto de partida, al centro de la vida o dicho de otro modo, de nosotros mismos.