Roy Keitel

Lima, 1973

“…cuando uno hace estas cosas de fragmentar, ocultar la imagen y volverla a sacar, hace que las estéticas se muevan hacia otros lugares; es un corte que de algún modo te remite a otros espacios, lo que inicias no tienes idea de cómo va a quedar al final, pues empiezan a tener vida propia y te obligan a ir por lados insospechados. Y tampoco sabemos cómo lo va a recibir el observador. Cada uno interpreta la nueva imagen según sus propios cánones…”

R. K.

En una época donde la mayoría de los artistas plásticos explora el arte desde discursos y materiales alternativos, la obra de Roy Keitel se caracteriza por ser específicamente pictórica, definida por la pincelada expresiva con la que el artista aborda la figura humana y el claro conocimiento de una sólida tradición construida palmo a palmo por sus predecesores.

El ser humano es el constante paradigma en el que Roy Keitel desarrolla sus indagaciones plásticas. Son característicos de su trabajo los grandes formatos y el uso expresivo de la forma humana, forma que en cada pintura juega con sus propios límites y los del fondo que la sostiene, cubriéndola o descubriéndola a voluntad con veladuras o zonas planas de color. Keitel considera que el proceso de su trabajo en el largo plazo siempre tiene que ver con construir una imagen y destruirla, volver a construir y volver a destruirla. La pintura es el resultado de esta batalla y el personaje retratado deja de ser una representación para convertirse en el objeto material que sostiene la pintura. Esta pintura a la vez contiene toda la impronta del momento en que fue creada y nos habla de la preocupación de Keitel por la condición humana.

Manejando una sobria paleta de color, Keitel ha construido un corpus de trabajo que es el testigo de sus indagaciones, desde los retratos difusos de personajes cotidianos de sus primeros trabajos, o el misterioso erotismo de la adolescencia planteado en su serie Lolita (2009), hasta el uso de la pintura de modo violento para revelar formas de mujeres planteadas desde pinceladas y chorreados que descubren lo femenino en la las pinturas de Mujer Occidental (Fórum 2015).

Vestigios es la última serie de trabajos presentada en Fórum el 2019, en ella Keitel incorpora el delineado la imagen, el quebrado en negro de los planos. Sus rostros, su paleta, sus caras y cuerpos con veladuras han quedado escondidas dentro de estas nuevas pinturas. Pintura que habla de pintura, esta serie es un diálogo con el claroscuro, una visita a los maestros de épocas antiguas desde la mirada contemporánea de Keitel.

Keitel es consciente de este bagaje de manera manifiesta y habla con voz clara y potente en un medio que no esta tan acostumbrado a un equilibrio entre la intención, el método y el discurso, mostrándonos además un estupendo virtuosismo en la ejecución de su trabajo.

Luego de participar en talleres de dibujo y pintura en el Perú, termina su formación en Zeihler Studio, Atelier Project y la Academia de Bellas Artes en Munich.

Roy Keitel vive y trabaja en Lima.