El 30 de Noviembre la destacada artista Augusta Barreda cumple 30 años de vida profesional y quiere festejar por todo lo alto con su exposición individual,  compartiéndola con el público.

Treinta años no son ni fáciles ni pocos, después de realizar estudios en la Escuela de Artes Visuales en Río de Janeiro, inició su carrera como grabadora, perfeccionándose en grabado en el Taller de Grabado de Ruth Leaf en Nueva York, especialidad en la que ha destacado tanto como artista y como promotora, creando Ediciones El Taller y la primera Galeria especializada en grabado.  Igualmente entre 1994-1996  siguió estudios de escultura en The Sculpture Center , también en N.Y.

Barreda es una artista sui géneris, con una filosofía existencial muy personal, de siempre, ha manifestado especial interés en la naturaleza y su preservación, en el ser humano y la evolución del pensamiento. Artista con gran capacidad de renovación, encontrando en ella, su forma expresiva, la simbología y la metáfora que le posibilita un lenguaje contemporáneo, libre de condicionamientos y convencionalismos.

En esta nueva propuesta sigue los lineamientos iniciados en su exposición anterior pero renovados, con una mayor capacidad de riesgo e innovación,  instalaciones escultóricas vigorosas,  donde  la fuerza de la naturaleza expresada a través de la talla en madera y el color , el que utiliza en forma osada,  madera teñida y no pintada.

Augusta nos muestra esculturas que nos hablan de un espíritu libre, de una esencia lúdica, en donde decide escarbar en el jardín de su propia psique con un  lenguaje totalmente diferente al que estamos acostumbrados a ver.

Enormes grases y  flores de colores vivos conforman este gran bosque  de volúmenes que cobran vida independiente y envuelven al espectador, introduciéndolo  ese gran jardín  de libertad, originalidad,  madurez y fuerza interior  que caracterizan a la artista.