- ALBERTO CASARI
LA PRÁCTICA DIARIA DE LA PINTURA
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8 de marzo 2006
El 8 de Marzo después de tres años de silencio se inaugura en la Galería Forum, la muestra de Alberto Casari & PPPP, quienes a modo de apropiación toman para título de la exposición el Manifiesto ” The Daily Practice of Painting” de Gerhard Richter: “Yo no busco objetivos, ni sistemas, ni tendencias; no hago programas, no tengo estilo, ni dirección. No tengo tiempo para preocupaciones especializadas, temáticas, o variaciones que conduzcan a la maestría. Me mantengo alejado de definiciones. Desconozco lo que quiero. Soy inconsistente, no acepto compromisos, soy pasivo. Me gusta lo indefinido, lo ilimitado. Otras cualidades pueden llevarme al logro, la publicidad, el éxito; pero son todas cosas gastadas – tan gastadas como las ideologías, las opiniones, los conceptos y los nombre para las cosas. Ahora que ya no quedan curas ni filósofos, los artistas son las personas más importantes en el mundo. Esta es la única cosa que me interesa”. En 1994, Alberto Casari, artista plástico entonces residente en Italia, adopta una nueva identidad: la de dirigente de una empresa corporativa dedicada al arte llamada PPPP ( Productos Peruanos Para Pensar ). Compañeros de aventuras son Alfredo Covarrubias- alter-ego para lo relacionado con la poesía visual y el texto escrito- y el crítico de arte holandés Patrick van Hoste. A partir de entonces, las obras son firmadas con el logo PPPP, quedando para el crítico la tarea de documentar la evolución de PPPP a través de una serie de entrevistas ( 1994, 2001 y 2004 hasta la fecha ). Alfredo Covarrubias, poeta maldito y outsider, vive en Rótterdam desde fines de los ochentas. Además de poeta y escritor, es la eminencia gris, la mente de PPPP y desde su exilio voluntario en Holanda, es quien concibe las acciones que luego Casari ejecuta. Amparados bajo el anonimato de un logo, la dupla Casari- Covarrubias intervienen en el mundo del arte elaborando pinturas, acciones, textos, etc. y haciendo que según el caso, predomine más la personalidad de uno que del otro. Con la idea de diversificar la producción de las obras de arte, tanto con los medios tradicionales como no, a fines de los noventa debutan en PPPP, otros dos pintores: Arturo Kobayashi y Alias el Místico. Más adelante, en 2001, Casari inicia una performance temporalmente indefinida, la cual le comporta un cambio radical de modus vivendi: delega a Covarrubias todo lo relacionado exclusivamente con el arte y se inserta en el mundo real del trabajo convirtiéndose en empresario. Crea entonces PPPP desing y desaparece. PPPP es una ficción, una acción teatral con el artista como principal actor, una metáfora de la esquizofrenia contemporánea. Hablar de Casari y sus alter-egos, es siempre hablar y ver arte y del bueno, en esta ocasión nos presentará pinturas de gran formato y pinturas sobre papel en una estupenda exposición que estará abierta hasta el sábado 1 de Abril.
- OBRA