FORMAS DE HABITAR

NANI CARDENAS / MICAELA ALJOVIN

28 de abril al 26 de junio 2021

Formas de habitar abre una serie de reflexiones en torno a la memoria, la identidad, los espacios ocupados, las estructuras que nos sostienen, así como la posibilidad de construir un proyecto en común; sea una casa, sea un país.

Nani Cárdenas presenta una variedad de capas de piel que —a manera de símbolos— se tornan excusas para iniciar una diatriba de las necesidades, los miedos, el vacío y la posibilidad. La artista se vale de la pintura y la escultura para tejer piezas que emulan portales que remiten a la casa. En este juego de la representación establece una serie de códigos dados por formas y colores con los cuales sugiere al visitante reconocer puertas, ventanas y cuerpos, que penden flotantes en el espacio de la galería. El tejido —como piel— expone zonas donde los materiales se contraen y se distienden, permitiendo que la luz atraviese los espacios porosos. Así, las sombras de los cuerpos escultóricos dispuestos en series se proyectan en el espacio expositivo recordando que se es luz y oscuridad.

Entablando diálogo con la reproducción, Micaela Aljovín presenta una pieza matriz —en forma de andamio— que será la base para la construcción de un discurso que revela la fragilidad y pone en crisis lo aparentemente sólido. En una puesta en escena que rememora los módulos con que se jugaba en la infancia, cinco columnas dispuestas simétricamente en el espacio expositivo simulan emerger desde el suelo atravesando el techo. Sin perder su carácter lúdico, se vale de un módulo —que no es otro que la reproducción de la pieza matriz a escala menor— para registrar la proyección de su sombra en movimiento. El resultado es una serie de 30 serigrafías que resaltan la imposibilidad de construir desde la individualidad; a la vez que invitan al visitante a construir una posibilidad.

De esta manera, Formas de habitar acerca dos miradas contrapuestas y complementarias que sugieren ver a través de, intuir entre sombras preguntas o respuestas, acaso un camino, un nuevo espacio o formas de habitar.

Luisa Fernanda Lindo – Curadora
Abril, 2021

ANDAMIO

Andamio es un colectivo fundado en 2019 por las artistas peruanas Micaela Aljovín y Nani Cárdenas con el fin de crear comunidad y apoyar proyectos de responsabilidad social. Andamio es concebido como símbolo de lo constructivo, lúdico y plástico.
Así, a partir de los conceptos de memoria e identidad, las artistas desarrollan obra a través de la investigación, exploración y experimentación con materiales industriales, de descarte y de uso cotidiano.

Nani Cardenas

Micaela Aljovín

NANI CARDENAS

Nani Cárdenas presenta un conjunto de tejidos, que nos llevan a la idea de casa: puertas, ventanas, cuerpos, suspendidos en el espacio, proyectando su propia sombra sobre el la pared. Así, sus piezas se vuelven una excusa para hurgar en las necesidades, los miedos, el vacío y la posibilidad.  Es a través del tejido, que es una constante en su trabajo, que sumerge al espectador en el color, en el trazo primario que anuda para volverse cuerpo, masa, profundidad, lo que le permite desarrollar su propia poética.  De esta manera, Cárdenas sugiere que la tradición plástica se desvanece, que hay fragilidad y persistencia, y que a su vez las cosas que nos son familiares, tienen la posibilidad de sostenerse aun cuando las estructuras se hallan en crisis.

Puertas, 2021

Tejido en rafia plástica, cobre, bronce y cobre plastificado

110 x 182 x 4 cm

Ventanas, 2021

Tejido en rafia plástica, cobre, bronce y nylon, anclaje de acero inoxidable

150 x 200 x 100 cm

Yesos II, 2021

Cobre, bronce y rafia plastificada

210 x 100 x 5 cm

Yesos I, 2021

Cobre, bronce y rafia plastificada

265 x 104 x 5

Yesos III, 2021

Cobre, bronce y rafia plastificada

240 x 70 x 5 cm

MICAELA ALJOVIN

Micaela Aljovín propone una instalación de cinco columnas que buscan sostenerse entre el techo y el suelo. Metáfora que alude a la función de soporte y de estructura, ella nos hace un guiño al resaltar que estas columnas tienen como punto de partida una sola pieza modular, y a través del seriado y la repetición va creando algo aparentemente sólido (columnas), buscando demostrar la dificultad que enfrentamos para construir un proyecto colectivo y de país, ante la fragilidad de las estructuras que nos soportan.

Desde otra perspectiva Aljovín parte de estas columnas y las diferentes sombras que proyectan para proponer una serie de serigrafías donde vemos las diferentes miradas que encontramos a partir de la misma pieza, dándole al espectador la oportunidad de construir con ellas nuevas posibilidades.

Nani Cárdenas (Lima, Perú, 1969) estudió dibujo y escultura en el Taller de Cristina Gálvez entre los años 1986 y 1987. Egresó de la Facultad de Arte de la Pontifica Universidad Católica del Perú en 1993 con el primer puesto de su promoción y el premio a la mejor obra escultórica.
Hasta el 2003 su obra fue principalmente escultórica: tallas en madera, fundición en bronce, retratos en cera de abeja, y esculturas de resina y fibra de vidrio. A partir del 2004 empieza a mostrar sus dibujos escultóricos y desde entonces ha ido desarrollando técnica y posibilidades del dibujo con metales y de la escultura aérea. Su obra gira en torno al cuerpo y al territorio, el tejido en diversos materiales le permite -a partir de líneas vinculadas al dibujo- explorar infinitas variables asociadas a lenguaje y los sistemas modulares orgánicos.
Su obra está conformada por dibujos aéreos, retratos bordados o escultóricos, instalaciones y proyectos colaborativos que van encontrando sus propios medios materiales y expresivos en cada proyecto.
El tejido, que es una constante en su trabajo, le ha permitido enhebrar su propia poética. Es gestora de proyectos artísticos en colaboración con otros artistas y desde el 2019 es miembro del colectivo Andamio.

Micaela Aljovín (Lima, 1969). Estudió Artes en la Escuela Superior de Artes Visuales Corriente Alterna y se graduó con Medalla de Plata, luego de una larga trayectoria como abogada. Su obra evoca a la historia social peruana a través del ejercicio de memoria, que aborda lo cotidiano, lo doméstico, la educación y la concepción de la Nación como construcción. Por ello, muchas de sus propuestas son instalaciones compuestas por piezas fraccionadas que aluden a la división social, a la vez que a la posibilidad de integración y construcción de un todo con sus partes. La elección de los materiales responde al proceso de búsqueda y experimentación de Aljovín, así el metal y el adobe adquieren una dimensión simbólica al ser transformados.

Desde 2019 es miembro del colectivo Andamio, plataforma orientada al diálogo y la reflexión de la práctica artística y los procesos colaborativos, que responde a su especial interés en los procesos artísticos de carácter relacional.

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