CLAUDIA SALEM

DRISHTI

del 2 de abril al 30 de abril 2025

CLAUDIA SALEM nos invita a explorar Drishti, su quinta exhibición individual, como si fuera una meditación visual. En esta muestra, reúne esculturas en acero inoxidable creadas entre 2023 y 2025. Son piezas que, lejos de buscar rigidez, fluyen con la libertad del trazo a mano alzada. El metal, usualmente frío y estructurado, se convierte aquí en línea, en gesto, en dibujo suspendido en el espacio.

Cada obra es una búsqueda, un mapa intuitivo que recorre temas como la identidad, el territorio y la permanencia. Como si se tratara de cartografías emocionales, las esculturas se despliegan para invitar al espectador a un viaje introspectivo y sensorial.

El título de la muestra, Drishti, proviene del sánscrito y alude a un punto de enfoque, a una mirada interior que nos ayuda a encontrar equilibrio entre lo que percibimos dentro y fuera de nosotros. Es la capacidad de sostener la atención, de ver con claridad y, sobre todo, de habitar el presente con serenidad frente a la exigencia del mundo.

"No hay un sitio al que quiera llegar, estoy donde quiero estar"
CS

Drishti 1

Acero inoxidable forjado a mano

103 x 110 x 3 cm

Drishti 2

Acero inoxidable forjado a mano

90 x 60 x 4 cm

Drishti 3

Acero inoxidable forjado a mano

120 x 118 x 4 cm

Drishti 4

Acero inoxidable forjado a mano

183 x 60 x 6 cm

El Deseo

Acero inoxidable forjado a mano

175 x 70 cm

El Texto

Acero inoxidable forjado a mano

44 x 25 x 3 cm

Collateral Damage

Acero inoxidable forjado a mano

58 x 76 x 3 cm

Casualty

Acero inoxidable forjado a mano

95 x 105 x 3 cm

Narrativa

Acero inoxidable forjado a mano

200 x 110 x 4 cm

Carte Blanche

Acero inoxidable forjado a mano

80 x 75 x 3 cm

Istan

Acero inoxidable forjado a mano

103 x 120 x 6 cm

Run, Walk, Crawl

Acero inoxidable forjado a mano

Dimensiones variables

Territorio

Acero inoxidable y hierro, forjados a mano

217 x 170 x 164 cm

Let me be clear

Acero inoxidable forjado a mano

140 x 140 x 16 cm

Burro

Acero inoxidable forjado a mano

49 x 48 cm

Cabeza

Acero inoxidable forjado a mano

145 x 110 cm

Los Contorsionistas (mural)

Acero inoxidable forjado a mano

195 x 275 x 4 cm

Torso 1

Acero inoxidable forjado a mano

150 x 100 x 4 cm

Torso 3

Acero inoxidable forjado a mano

180 x 65 x 27 cm

Te encontraré 1

Fierro

140 x 90 x 32 cm

Te encontraré 2

Fierro

145 x 170 x 20 cm

Te encontraré 3

Fierro

120 x 70 x 60 cm

Sumud

Fierro e imanes

91 x 40 cm

UN DRISHTI POSIBLE

La obra de Claudia Salem se despliega en un territorio donde el lenguaje se topa con su límite. En esa frontera la artista hace surgir la fragilidad de un trazo como intento de una escritura imposible.
Y sin embargo, en ese límite se genera un movimiento: fragmentos que componen una danza.
Una silueta que sostiene el cuerpo como agujero.

La escena del mundo que conocemos es rasgada con aceros y alambres; restos de una lengua que no fue capaz de frenar el horror. Las palabras ya no alcanzan y la realidad se impone en su desnudez más cruda.

En ese espacio de fractura, cuando el cuerpo se revela como un organismo despojado de deseo, Salem nos propone trabajar con los escombros. Así descubrimos otra lengua, cuyo sonido es capaz de sobrevivir al exterminio.

La artista asume la inestabilidad y la evanescencia del deseo, sus materiales evidencian la huella de un recorrido y su persistencia en la memoria.
En esta muestra, ante los ojos, emergen ecos y resonancias.
Con pequeños filamentos y empalmes, con nudos y drishtis, Salem subvierte el orden de las cosas: morder la muerte para darle lugar a la vida.

Testimonio de desplazamientos.
De los desplazados de la tierra.
Frente a nuestros ojos,
las esculturas de Salem insinúan cuerpos fragmentados,
como restos de un alfabeto roto.

¿Qué hacemos con esa resonancia?

El acero cruje,
las letras suenan como artillería pesada.
Curvas, líneas.
Cada trazo de alambre, cada torsión del metal, sostiene la pregunta:
¿qué queda después de la palabra?

La artista anuda los hilos sueltos en un punto crucial que nos sujeta.
La mirada se apoya en el Drishti.

Un punto de apoyo.

Persistencia del gesto.

En la materia vibrante, en la tensión de las formas, la obra abre un umbral: un espacio donde el sentido se disuelve, pero la voz aún tiembla. La mirada se sostiene en el borde de lo indecible, entre la ruina y la insistencia de seguir nombrando.

La lengua quebrada se convierte en ritmo, en frecuencia, en temblor. Allí donde todo parecía colapsar, la vibración del acero aún resuena.

Ani Bustamante

Chiclayo, 1968.
Claudia Salem, escultora peruana de origen palestino, graduada en la Pontificia Universidad Católica del Perú en 1990, ha desarrollado una obra intensa y comprometida, participando en diversas exposiciones en el Perú y el extranjero
Vive y trabaja en Lima.

si requiere mas información sobre las obras de esta exposición