ANATOMÍA, ADÁN, EVA

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11 de julio 2001

El día miércoles 11 de julio expondrán en nuestra Galería Luis Alberto León,María Cecilia Piazza y Rocío Rodrigo,llamando a su muestra: “anatomía, adán, eva.” “Sin expresar la misma reverencia por la tradición que los más académicos o los más modernistas, cada uno de estos artistas está fascinado a su manera por lo que Matthew Collings llama, en su británica serie televisiva sobre el arte moderno y post, “las superficies del pasado”. Y las reciclan para reflejar los tiempos que corren y esta dislocada realidad. Estos 3 artistas de muy distinta trayectoria se juntan para dar sus versiones, como 3 variaciones sobre un tema: las ilustraciones de un libro antiguo de anatomía ( motivo o excusa para decir o hacer lo que generalmente uno siempre está haciendo o diciendo; o fuente, de inspiración. Y así, en el mejor de los casos, dejar libres a ángeles y demonios, las verdaderas artes de cada quien). Las afinidades entre ellos son ideológicas y hasta filosóficas, pero sus estrategias y discursos en arte son muy distintos de primera impresión aunque se acercan de maneras más bien sutiles. En Rocío Rodrigo, las antiguas figuras anatómicas se transforman en símbolo de la alienación y la fragmentación. Las representaciones masculinas y femeninas aparecen como un lugar común: el rol genérico y social de pareja. Rodrigo las convierte en símbolo del desconocimiento de la naturaleza más íntima del individuo y la indiferencia con que el código social los somete a estereotipos siempre reduccionistas ( la mujer, ama de casa…; el hombre, padre de familia; y ambos, núcleos de la identidad social). Esta condición social en el hombre y la mujer es ” requisito sobreentendido “, pasaporte de “normalidad” que determina ética y estética. Y este orden de cosas es entonces carne para la ironía de Rocío, que acaba por verlo como efecto del tosco consumo de ideas e ideología. “Todo es consumo” parece decir cuando descompone la escultura en planos pictóricos que a la vez se convierten en instalación. El mapa del cuerpo es el espejo, el remedo del mapa de la ciudad, del mapamundi. Mapa ideológico, social, físico. Como en Rocío, en Luis Alberto León el cuerpo es también mapa, espacio de la experiencia. Pero mientras en Rodrigo el cuerpo vende y consume como espejo de la macro alienación, en León se convierte en la reposición de una pérdida. El cuerpo y el contexto son los espacios, de la experiencia espiritual, del conocimiento. Reaparecen pues sus temas de realidades más allá de la materia en donde toda imagen es simbólica y sus perspectivas imposibles y erradas lo hacen a su vez reconocerse como hijo de la más ortodoxa modernidad aunque la irrupción de objetos cotidiano, cándidos y actuales lo llevan hasta el arte de hoy. Y María Cecilia Piazza, convierte una vez más los cuerpos en ríos y series. Pero esta vez la fórmula es más explícita: el río de cuerpos, la multitud es cifra de la cantidad y el anonimato. Formalmente, todos los miembros de este colectivo son eso, miembros, partes y a la vez un continuo, materia. Sin embargo, más allá de la aglutinación y el aislamiento, de lecturas metafóricas acerca de la condición humana más actual, más allá del juego entre abstracción y figuración, de las líneas y los ritmos de un abstracto barroco Piazza crea. Crea y recrea un poderoso paisaje que por momentos es un abigarrado dibujo animado “retro” en blanco y negro, y en otros paisaje mágico al estilo del Bosco más fantástico, del Goya más misterioso o del Doré más barroco. La inteligente imaginación de Rodrigo, el virtuosismo de León y las poderosas imágenes de Piazza atacan de nuevo. Y hablan desde un territorio supranacional a nuestros espacios más personales. ( Y a pesar de todo-lo dicho-, y como siempre, el núcleo de sus aciertos permanece en realidad intocable.)” Ana M. Rodrigo P.